lunes, 3 de julio de 2023

"Se me va la pinza: Fortaleciendo relaciones y emociones positivas en el aula"

 

"Se me va la pinza: Fortaleciendo relaciones y emociones positivas en el aula"



1.- Introducción.

En el marco de la función tutorial del Colegio La Magdalena, se ha llevado a cabo un emocionante proyecto llamado "Se me va la pinza". Dirigido a un grupo de 17 niños y niñas de ocho años de edad, este proyecto ha demostrado ser una poderosa herramienta para entre otras:

  • Fomentar relaciones positivas.

  • Promover valores fundamentales.

  • Cultivar un ambiente de apoyo y colaboración en el aula.

A través de la decoración de pinzas de ropa y la incorporación de mensajes de refuerzo positivos, esta actividad ha permitido a los estudiantes experimentar un mayor sentido de pertenencia y aliento.


2.- Desarrollo.

Las típicas pinzas de madera de colgar la ropa se convirtieron en lienzos en blanco para los pequeños artistas. Cada estudiante pintó su pinza de blanco y luego la decoró con colores vibrantes y dibujos, expresando su creatividad y personalidad en cada una de ellas. Estos elementos decorativos, además de hacer que las pinzas fueran únicas y valiosas, representan visualmente la importancia de la individualidad y la diversidad en la comunidad escolar.



Pero las pinzas no solo fueron una muestra artística, sino que también se convirtieron en portadoras de mensajes llenos de afecto y apoyo emocional. Cada estudiante escribió mensajes de refuerzo positivos, palabras bonitas y mensajes de ánimo en su pinza, con el propósito de transmitir a sus compañeros sentimientos de amistad, respeto, empatía y compañerismo. Las pinzas fueron elegidas de forma aleatoria y azarosa de una bolsa negra mágica y se convirtieron en fuentes de inspiración y motivación durante todo el día, ya que los niños y niñas los llevaban consigo, colgados en su ropa, para leerlos en momentos en que necesitaban un impulso de ánimo.

La importancia de esta actividad radica en su capacidad para fomentar el desarrollo de habilidades sociales y emocionales en los estudiantes. Al compartir mensajes de afecto y cariño, los niños aprendieron a:

  • Expresar sus emociones de manera positiva.

  • Fortalecer sus vínculos con sus compañeros.

La lectura de estos mensajes también generó un ambiente de confianza y apoyo mutuo, donde se promovió la empatía y la ayuda entre ellos. Además, la diversidad de mensajes escritos en las pinzas permitió que cada estudiante se sintiera valorado y reconocido por su singularidad, contribuyendo así a la construcción de una autoestima saludable en el aula.



3.- Base pedagógica y sustento teórico.

El proyecto "Se me va la pinza" se basa en la pedagogía de la Inteligencia Emocional, la cual reconoce la importancia de desarrollar habilidades socioemocionales en el proceso educativo.

La Inteligencia Emocional se refiere a la capacidad de reconocer, comprender y gestionar las propias emociones y las de los demás, así como utilizar este conocimiento emocional de manera efectiva en diversas situaciones.

Su integración en el aula fomenta:

  • El bienestar emocional.

  • La empatía.

  • La resiliencia.

  • La autorregulación.

  • Las relaciones saludables entre los estudiantes.

Un autor destacado en la defensa de la importancia de la Inteligencia Emocional en el ámbito educativo es Daniel Goleman. Goleman es un psicólogo y periodista reconocido por sus investigaciones sobre la Inteligencia Emocional y su aplicación en diferentes contextos, incluyendo la educación. Su libro "Inteligencia Emocional" ha sido ampliamente difundido y ha influido en la implementación de programas y enfoques educativos que priorizan el desarrollo de habilidades socioemocionales en las aulas.

La base pedagógica que sustenta esta actividad se encuentra en la teoría del constructivismo, que enfatiza el papel activo del estudiante en la construcción de su propio conocimiento. A través de la decoración de las pinzas y la escritura de mensajes positivos, los estudiantes participan de manera activa y creativa, expresando sus emociones y fortaleciendo su sentido de identidad y pertenencia en el aula. Además, se fomenta el aprendizaje colaborativo y la construcción de relaciones saludables entre pares, lo que promueve un ambiente de respeto y apoyo mutuo.

La pedagogía de la Inteligencia Emocional respalda esta actividad al reconocer la importancia de desarrollar habilidades socioemocionales desde una edad temprana. Al trabajar con mensajes de refuerzo positivos y promover la empatía, el compañerismo y la ayuda mutua, se fomenta la conciencia emocional y se fortalece la capacidad de los estudiantes para comprender y gestionar sus propias emociones y las de los demás. Esta habilidad es fundamental para el bienestar emocional, el rendimiento académico y las relaciones interpersonales saludables.


4.- Fotos y pasión docente.

Acompañando este artículo, se presentan algunas fotografías que capturan la magia de este proyecto y la alegría reflejada en los rostros de los estudiantes. Estas imágenes ejemplifican la participación activa de los niños y niñas, su creatividad desbordante y la emoción que sintieron al recibir y compartir mensajes positivos. Como docente, estas fotos reflejan mi pasión y dedicación hacia mis alumnos, mostrando mi alegría al verlos crecer, aprender y desarrollarse tanto académica como emocionalmente.

Cada imagen cuenta una historia, un momento de conexión y complicidad entre el profesor y sus alumnos, reafirmando la importancia de establecer lazos afectivos en el proceso educativo.


5.- Conclusión.

El proyecto "Se me va la pinza" ha demostrado ser una actividad educativa valiosa y significativa para el grupo de estudiantes de tercero de primaria. A través de la decoración y personalización de las pinzas de ropa, así como de la escritura de mensajes de refuerzo positivos, se ha logrado:

  • Fortalecer las relaciones sociales.

  • Fomentar valores como el respeto, la empatía, el compañerismo y la ayuda mutua,.

  • Promover un ambiente de apoyo y colaboración en el aula.

Esta actividad no solo ha permitido que los estudiantes se sientan reforzados y motivados a lo largo del día, sino que también ha fomentado el desarrollo de habilidades emocionales y sociales, como:

  • La expresión de sentimientos positivos.

  • La valoración de la diversidad.

  • La construcción de una autoestima saludable.

Además, el proyecto ha creado momentos de conexión y complicidad entre el profesor y sus alumnos, demostrando la importancia de establecer relaciones afectivas en el proceso educativo.

Teóricamente se sustenta en el constructivismo y la pedagogía de la Inteligencia Emocional. Al permitir a los estudiantes decorar y personalizar las pinzas de ropa, así como escribir mensajes de refuerzo positivos, se promueve su participación activa, el desarrollo de habilidades socioemocionales y la construcción de relaciones positivas en el aula.



En resumen, "Se me va la pinza" ha sido una experiencia enriquecedora tanto para el alumnado como para el profesor. Ha brindado a los niños y niñas la oportunidad de:

  • Expresarse creativamente.

  • Fortalecer sus relaciones sociales y emocionales.

  • Experimentar la alegría de recibir mensajes de afecto y apoyo.

Asimismo, ha permitido al docente mostrar su pasión y dedicación hacia su alumnado, creando un ambiente de aprendizaje positivo y enriquecedor.

Este proyecto es un claro ejemplo de cómo la educación puede ir más allá de los contenidos académicos y enfocarse en el desarrollo integral de los estudiantes. Al cultivar valores y habilidades sociales, se sientan las bases para una educación enriquecedora y significativa. "Se me va la pinza" ha dejado una huella positiva en el aula y ha demostrado la importancia de potenciar las relaciones sociales, el respeto, la empatía, el compañerismo y la ayuda mutua en el proceso de enseñanza-aprendizaje.



6.- Bibliografía.

  1. Goleman, D. (1995). Inteligencia Emocional. Barcelona: Kairós.

  2. Bisquerra, R. (2009). Educación emocional y competencias básicas para la vida. Revista de Investigación en Educación, 7(2), 7-43.

  3. Brackett, M. A., & Katulak, N. A. (2007). Emotional intelligence in the classroom: Skill-based training for teachers and students. En J. Ciarrochi, J. P. Forgas & J. D. Mayer (Eds.), Emotional intelligence in everyday life (pp. 241-254). New York: Psychology Press.

  4. Goleman, D. (1995). Inteligencia Emocional. Barcelona: Kairós.

  5. Vygotsky, L. S. (1978). Mind in Society: The Development of Higher Psychological Processes. Cambridge, MA: Harvard University Press.

  6. Piaget, J. (1973). La formación del símbolo en el niño: Imitación, juego y sueño, imagen y representación. Barcelona: Ediciones Paidós.

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