Receta: Galletas de mantequilla

¡Hola a todos!

Ya que tengo que ir dosificando los cuentos porque no puedo ir al cole a coger más, hoy os he preparado una receta muy dulce y fácil de hacer.
En el cole la hemos hecho varias veces en el taller de cocina y el olorcito que deja esta receta por todo el cole, hace que sea un lugar más mágico y especial de donde no queremos salir.

Se nota que estoy nostálgica con volver a las aulas, ¿no?

¿Estáis preparados para poner las manos en la masa con vuestros niños y niñas? ¡Pues allá vamos!

Galletas de mantequilla.

Antes de nada pondremos a precalentar el horno a 180ºC  por arriba y por abajo.

Necesitaremos:

- 125g de mantequilla. (temperatura ambiente)

- 125g de azúcar. (yo utilicé 75g de fructosa)

- 250g de harina.

- Unas gotitas de aroma de vainilla.

He visto recetas donde también le añaden huevo, pero como en las aulas siempre tenemos algún alérgico, me he acostumbrado a hacerlas así, salen igual de buenas y duran más tiempo.

¡Empezamos!

Juntamos la mantequilla, a temperatura ambiente, y el azúcar y lo batimos con varillas hasta que se queda una mezcla cremosa.

Añadimos las gotitas de vainilla y volvemos a batir. (Si no tenéis aroma de vainilla no pasa nada porque igual salen muy buenas).

Ponemos la harina, volvemos a mezclar todo y cuando veamos que está bien mezclado, pasamos a amasar con las manos.

Preparamos la bandeja del horno con papel vegetal y la colocamos cerquita para poder poner las galletas que vamos cortando.

Espolvoreamos el banco de la cocina con harina para que no se nos pegue la masa y la estiramos con un rodillo o con algo similar.
Es importante que esté estirada uniformemente para que todas las galletas salgan igual de gorditas.

Con cortadores de diferentes formas, cortamos las galletas y las colocamos en la bandeja del horno que habíamos preparado.

Una vez están todas colocadas, antes de meterlas al horno, podemos espolvorearlas con azúcar avainillada y quedan más bonitas, pero yo no les puse nada y ahora veréis el resultado.
Las metemos en el horno y cuando estén doradas ya estarán listas.

Es importante que no descuidéis el horno, ya que sin daros cuenta se os pueden retostar demasiado y perderán el sabor de mantequilla que las caracteriza.

Y ahora, solo queda disfrutarlas con un vasito de leche los niños y un café los papás y mamás.

¡Espero que os gusten!